En la actualidad hay una tendencia a pensar que, en punto a literatura extranjera, aparte de los grandes best-sellers de Larsson, Ken Follet, Grison, etc, no hay nada. Está el desierto más absoluto. Sucedió un día un hecho que tiró, afortunadamente, por tierra esta teoría.
Buscando un libro interesante que llevarme de la Biblioteca Municipal a casa, cayó en mis manos esta novela de autor desconocido para el gran público. Para un profano que, a la par que odia los grandes tochazos de moda (como La chica del bidón... y similares), estaba buscando una novela sencillita, esto es, sin muchos personajes. Eva vino a colmar todas mis expectativas.
Esta novela cuenta en primera persona el camino de autodestrucción que recorren la protagonista, Eva, y Clive. A dicha autodestrucción contribuye, sin duda alguna, el alcohol que es bebido en forma de whisky sin control alguno por el protagonista. Hablemos de él.
Clive, de profesor escritor de éxito por lo que esta obra se puede considerar coma metanovela (novela sobre la novela), tiene todos los ingredientes para resultar antipático al gran público. Hace gala, entre otos defectos, de un egoísmo al casarse con la novia de su amigo Gold, Carol, sólo por intereses profesionales. A la que realmente adora es a Eva preguntando por cuyo paradero llega, incluso, a acosar a una pelirroja. Clive no duda para conseguirlo en echar mano de las más sucias artes como el soborno. La aparición de su mujer Carol en la casa de Clive donde él estaba con la pelirroja anticipará el descorazonador final, no anticipemos acontecimientos, al que Clive se había hecho acreedor gracias al alcohol y al egoísmo del protagonista.
Eva representa, por su parte, el perfecto modelo de femme fatale. Una mujer de tremenda belleza que acabará cautivando a Clive tanto que no dudará en casarse por la vía rápida con Carol como medio de tener más controlada a Eva.
¿Qué decir de Carol?. El autor la representa como una mujer que acaba por ceder, pese a estar ya prometida con Gold, acepta su precipitado matrimonio con Clive. Ya casada, se comporta como la adnegada esposa que no para de ayudar al protagonista en su trabajo de escritor. Al final será precisamente ella quien se lleve la peor parte como podrán quienes lean la novela.
Eva es, en definitiva, una novela bastante interesante, A pesar de su antigüedad, Hadley Chase la escribió en 1945, continua estando de bastante actualidad cuya lectura el autor de estas líneas recomienda encarecidamente.

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