
Estoy seguro que cualquier profano habrá oído hablar del fenómeno cinematográfico del año. Si no es así, es que no es de este mundo ya que la zumba que han desarrollado los diferentes medios de comunicación de este país ha sido, sin duda, excesiva. ¿Todo ello para qué?. El objetivo es bien sencillo y es el lograr que la mencionada película se haya convertido en la más taquillera de la historia del Séptimo Arte. Todos sabemos que no siempre el que una película tenga éxito en taquilla equivale a que sea realmente buena. El que nos ocupa es buen ejemplo de ello.
Si nos atenemos, en efecto, a las críticas que he leído de Crepúsculo: Luna Nueva, la cinta no pasa de ser una vulgar representación de vampiros de poca monta. ¿Qué pasa entonces?. Pues, que está protagonizada por unos chicos que, además de representar los prototipos actuales de belleza tienen la carrera ya hecha puesto que no dejan de aparecer en las diferentes cadenas juveniles de los Estados Unidos. Todo esto lo agitamos y tendremos el resultado esperado: una cinta que, a pesar de su baja calidad, arrasa en taquilla sobre todo entre el público juvenil. No soy yo el único habla de ello. También el "Blog de Cine" la crítica en estos términos: "La historia ridícula, los personajes bobos y la pésima realización es lo que importa aquí, lo que hay que destacar".
Uno, que empieza a estar ya de vuelta de todo, no puede sentir sino indiferencia ante este fenómeno cuya visión no recomiendo. Indiferencia que se transformó en indignación cuando temí la profanación que de un gran clásico como Luna Nueva, dirigido por Howard Haws, en el sentido de que el gran éxito de la película de terror podía llegar a hacer olvidar a la cinta de Haws de título homónimo. ¡HACE FALTA COJONES!.

No hay comentarios:
Publicar un comentario